miércoles, 1 de diciembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
Una larga historia con muchos nudos
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miércoles, 27 de octubre de 2010
jueves, 21 de octubre de 2010
Fluxus por Theodor W. Adorno
Prólogo
En su evolución más reciente, los límites entre los distintos géneros de arte confluyen entre sí o, para ser más exactos: sus líneas de demarcación se diluyen.
Theodor W. Adorno, 1966
Presentar a Fluxus en una exposición es una de las tareas más difíciles en la difusión de esta, ya que en la motivación e intención de este movimiento artístico subyace una paradoja irresoluble. Más que de un planteamiento positivo, Fluxus se define a partir de lo que no pretende. Como acontecimiento que surge de manera espontánea, se atiene al instante del ser y acepta su propio carácter efímero. Sus acciones y performances rechazan la repetición. La distancia temporal hacia los acontecimientos es casi insuperable. Y así, en sentido estricto, Fluxus sólo puede ser difundido a partir de una contradicción constitutiva, es decir, como documentación, mediante fotografías, apuntes, objetos-reliquia, múltiples y publicaciones. En todo caso, el puente hacia la época actual sólo pueden trazarlo aquellas obras que los artistas de Fluxus han creado en el presente a partir del espíritu de entonces. En esta exposición el Institut für Auslandsbeziehungen (IF A) ha incorporado algunas de esas obras.
Las primeras actividades de Fluxus se llevaron a cabo a principios de los años 60. Esa época constituyó un parteaguas para las artes plásticas en Europa y Estados Unidos. El campo de tensión de los múltiples movimientos anti-arte que sucedieron las ideas de Marcel Duchamp -neo-dada en Nueva
York, nouveau réalisme en París, Zero en Düsseldorf- permitió una libre exploración de la realidad y cuestionó el significado tradicional de los medios artísticos. En el intento de reconciliar el arte con la vida se basó un importante impulso para el surgimiento de nuevas formas artísticas que no se centraban en la producción de artefactos, sino en la acción y el involucramiento activo del público.
En sus trazos fundamentales, la filosofía estética que sustentaba al movimiento 'provenía de Estados Unidos. John Cage la había permeado del espíritu de la música; de esta manera, Fluxus se deriva no tanto de la historia evolutiva de las artes plásticas sino, sobre todo, de la música experimental. En esta conexión de pensamiento radica también el motivo de la transposición de limites mediáticos que caracterizó desde el inicio sus actividades. Fluxus reunió a músicos, literatos y artistas plásticos en producciones conjuntas y encontró una expresión sensorial en conciertos, eventos, manifiestos y ediciones.
Así como este movimiento no se deja delimitar a un solo medio artístico, tampoco se puede ubicar de manera nacional o territorial. Como fenómeno va más allá de límites estatales o nacionales, y al hacerla representa de manera paradigmática la acelerada internacionalización de la plástica durante los últimos decenios. George Maciunas, su iniciador, nació en Lituania. Cuando era niño llevó a Estados Unidos, pasando por Alemania, las impresiones, expectativas y anhelos culturales de su patria que lo acompañaron durante su formación como diseñador e impregnaron su interés por formas artísticas de doble fondo. Al mismo tiempo presenció el renacimiento radical del arte y entró en contacto con John Cage y otros compositores de la New School for Social Research, que produjo muchos artistas del happening. Regresó a territorio alemán a raíz de un trabajo que le encomendó el ejército norteamericano. En su equipaje llevaba los principios intermediales de acción que condujeron en 1962 al primer concierto Fluxus, el Festum Fluxorum, con el que se estableció en Alemania. Desde ahí irradió sus nuevos impulsos, que se propagaron por Europa y Estados Unidos.
lunes, 20 de septiembre de 2010
24 ideas más propuestas por los Laboratorios Fluxus
– 24 ideas más propuestas por los Laboratorios Fluxus
Por Cecil Touchon - Traducido por Bibiana Padilla Maltos
Contemporaneidad –muchos trabajos han intentado estar presentes en el presente en lugar de dejar historia para el futuro.
Interactividad –muchos trabajos fluxus intentan ser directamente interactivos en lugar de ser vistos a distancia.
Ambigüedad – muchos trabajos fluxus son diseñados para ser ambiguos y estar abiertos a múltiples interpretaciones.
Inclusividad – una idea fluxus es para incluir en vez de excluir ya sea a otro miembro / no-miebro del grupo de espectadores / audiencia.
Poética – muchos trabajos tienen calidad poética en ellos.
Portabilidad – muchos trabajos fluxus son diseñados para ser fácilmente almacenados y enviados por correo o servicios de mensajería, reducidos a menudo a scores para ser realizados en sitios en lugar de ser creados en un estudio y luego enviados fuera a alto costo.
Produccionalismo – muchos trabajos fluxus son propuestos para convertirse en productos de manufactura múltiple en vez de obras de arte únicas.
Programático – muchos trabajos fluxus suceden de acuerdo a un plan o programa, muchos trabajos son seriados por naturaleza y se desarrollan a lo largo de un cierto plan o de acuerdo a ciertas reglas.
Comunal – muchos trabajos fluxus están sustentados en común entre un grupo de artistas para uso general de todos ellos.
Didáctico – muchos trabajos fluxus son educacionales intencionalmente.
Progresivo – trabajos que toman ideas previas en una nueva dirección.
De autoridad propia – muchos trabajos fluxus exhiben una indiferencia por las normas aceptadas.
Mimético – muchos trabajos fluxus imitan productos y diseños comunes, procedimientos científicos, actividades gubernamentales, etc.
Nostálgico – Desde un principio, muchos artistas fluxus refieren habitualmente trabajos previos en trabajos actuales.
Tentatividad – trabajos fluxus han sido frecuentemente productos de la incertidumbre – piezas se crean a menudo sin cierta intención en mente, permitiendo al artista explorar posibilidades alternas en su desarrollo.
Peculiaridad – trabajos exponen a menudo una cierta extrañeza o desuso del proceso de pensamiento utilizado en su creación.
Obsesividad – muchos trabajos implican una naturaleza obsesiva en sus creadores.
Inutilidad – trabajos a menudo, como parte de su calidad, fructifican objetos útiles o ejecutan materiales inútiles o, aparentemente, actividades útiles son realizadas para relevancias inútiles
Materialista – muchos trabajos fluxus exhiben un amor por los materiales de los que han sido hechos y muestran atención a esos materiales. Muchos trabajos fluxus no sugieren un diálogo más allá de su propio alcance.
Multidimensional – muchos trabajos pueden existir en varias formas o son diseñados para tener una multitud de posibles significados o permutaciones o media.
Adaptivo – muchos trabajos fluxus son propuestos para adaptar nuevas situaciones y no están cerrados a un lugar, tiempo o estilo determinado.
Colaborativo – muchos trabajos o colecciones de trabajo fluxus son el resultado de la colaboración y/o son supuestos para la colaboración entre artistas o entre artista y público.
Porosidad – Fluxus no tiene fronteras rígidas y permite que cualquier persona tome actividad en Fluxus. Cualquier persona puede ser incluida con otros artistas fluxus y ser aceptada como parte del grupo.
Revolucionario – muchos trabajos fluxus sugieren un programa de revolución contra una cosa u otra y, especialmente contra el ‘establishment’ o estatus quo.
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lunes, 23 de agosto de 2010
EL FLUXUS
Extraido de:
DEL ARTE OBJETUAL AL ARTE DE CONCEPTO
Por Simon Marchán Fiz
AKAL 1972
EL FLUXUS
El “fluxus” ha sido considerado como una modalidad del “arte de acción”. Es un movimiento paralelo y ligado al “happening”, atento a una renovación de la música, el teatro y las artes plásticas. Desde sus mismos orígenes ha estado más ligado a la música que a las artes plásticas. La figura más destacada cómo organizador e ideólogo del movimiento ha sido G. Maciunas, quien desde 1961 empezó a trabajar en estas experiencias con Maxfield, McLow y Flynt. En 1962, Maciunas se traslada a Europa, organizando con Vostell y Paik los Festivales Fluxus de Wiesbaden y Düsseldorf (1962-63). Entre 1958-1963 -ejerció gran influencia en el desarrollo de las nuevas tendencias de ballet, música y artes plásticas, en especial, sobre el incipiente arte procesual. El “fluxus” se concentra sobre todo en la vivencia de un “acontencimiento” que discurre de un modo improvisado. Y si el “happening” presenta una mayor complejidad y duración, el “fluxus” ha recurrido a acciones muy simples; como, por ejemplo, sentarse en una mesa y beber una cerveza. Mientras el primero es más-espectacular y envuelve al espectador, el segundo es más simple y permite al espectador distanciarse del acontecimiento.
En 1963 se fundó el grupo americano “Fluxus”, en el que predomina muy pronto el “fluxus” político. Este surge en una estrategia común entre Flym (en contacto con grupos ultrarradicales, próximos al trotskysmo) y Maciunas. La colaboración da lugar a
-Los objetivos del “fluxus” no son estéticos sino sociales e implican la eliminación progresiva de las bellas artes y el empleo de su material o capacidades para fines sociales constructivos.
-El “fluxus” es una forma de anti-arte que se alza, sobre todo, contra la práctica profesional del arte, contra la separación artificial entre productores y espectadores; entre el arte y la vida.
-Está en contra del objeto artístico tradicional como mercancía falta de función y contra el arte como artículo comercial.
Al estar contra la cultura seria, se opone a todas sus instituciones (ópera, teatro, Kaprow y Stockhausen) y está a favor de las arte populares, como el circo, las revistas, las ferias, etcétera.
-La supresión del arte se lleva a cabo por propuestas a lo Duchamp, mediante la declaración de todo lo no artístico en artístico, a través del cultivo del antiarte: el canto de un pájaro, un chaparrón, un estornudo, exposiciones como las de G. Brecht: “Cuatro paredes con suelo y techo”. O seis puertas con las palabras “Exit- Enrrance- Exit- Enrrance...” del mismo Brecht. Finalmente, la alternativa se desplazó hacia la producción de banalidades o la ausencia de toda creación. El “fluxus”, en algunos casos radicales como el de FIynt culminó en un nihilismo artístico que rechazó toda actividad artística y creativa. En este gesto de negación total del objeto artístico fue más allá de cualquier otra propuesta posterior, incluidas las “conceptuales”. Hoy es considerado, creo que incorrectamente, como uno de sus antecedentes en una identificación apresurada de lo “conceptual” con lo antiobjetual.
Por lo demás, sus tesis y afirmaciones radicalizan ciertas propuestas del “happening”. En su práctica más frecuente se ha limitado a ser una especie de subgénero del mismo inclinado más hacia lo musical que hacia las artes plásticas.
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domingo, 8 de agosto de 2010
lunes, 2 de agosto de 2010
Fluxus por Jorge López Anaya
El Extravío de los límites
Jorge López Anaya
Emecé - 2007
En 1961, George Maciunas (1931-1978), un arquitecto y galerista nacido en Lituania, acuñó el término fluxus (la creación que fluye, o el flujo de la vida), para bautizar a un movimiento internacional que agrupó a norteamerica¬nos y europeos. En el Café A. Gago, el Epitome Café de Larry Pons, en el desván de la calle Chambers, de Yoko Ono, y en otras partes de la ciudad de Nueva York, bajo el nombre de fIuxus, actuaron Dick Higgins, Bob Watts, Al Hansen, Geor¬ge Maciunas, Jackson MacLow, Richard Maxfield, Yoko Ono, La Monte Young y Alisan Knowles. En esos espacios presentaron, desde performances musicales, sonoras, visuales y poéticas hasta todo tipo de objetos encontrados.
“FIuxus -según Dick Higgins- existía antes de tener nombre y continúa existiendo hoy como forma, principio y modo de trabajar”: Además, “no es un movimiento, ni un momento en la historia, ni una organización Es una idea, un modo de vivir, un grupo de personas no fijo que fluxotrabajan” No tiene obje¬tivos “estéticos” sino sociales; más aun se propone la eliminación progresiva de las "bellas artes" y de la práctica profesional del arte. También está contra el objeto artístico tradicional como mercancía y se opone a la cultura de elite, como la ópera y el teatro. Asimismo, se manifiesta a favor de las artes populares como el circo y las ferias. A diferencia del happening, en el cual los espectadores participan expresamente, fIuxus tiene carácter de representación; los artistas actúan sobre un escenario u otros lugares, ante el público. Fluxus no se interesa por los objetos sino por la evocación de lo efímero.
Las actividades de fIuxus, en Europa, comenzaron en 1962 con la presen¬cia de Maciunas en Weisbaden. En septiembre de ese año se realizó el primer Fluxus Internationale Festspiele Neuester Musik, en el Stadtisches Museum. Si¬guieron otros en Copenhague, París, Düsseldorf y Niza, con la actuación de Wolf Vostell, Daniel Spoerri, Robert Fillou, Nam June Paik, Phil Comer, Ben Vautier y Joseph Beuys. En el Festum Fluxorum Fluxus que organizó Beuys en Düsseldorf, en febrero de 1963, el artista alemán presentó su primera acción importante: Sinfonía Siberiana, 1º movimiento.
Hacia la misma época, Maciunas redactó un manifiesto, entremezclado con definiciones del mundo flux, que resumía los objetivos de fIuxus:
“Purguemos el mundo de la enfermedad burguesa, la cultura “intelec¬tual”, profesional y comercializada. Purguemos el mundo de arte muer¬to, de imitación, de arte artificial, arte abstracto, arte ilusionista, arte matemático. ¡Purguemos el mundo de “europeísmo”! Promovamos un flujo revolucionario y aneguemos el arte, promovamos el arte vivo, el antiarte, la realidad no-artística para que esté al alcance de todo el mundo, no solo de los críticos, diletantes y profesionales. Fundemos los cuadros de revolucionarios culturales sociales y políticos en un frente unido en la acción.
Los tres principios: la pugna contra la cultura comercializada e intelectuali¬zada; la promoción de un arte nuevo, y la fusión de los revolucionarios de toda laya, fueron fundamentales en las acciones de fIuxus. Solamente contaba la unión del arte y la vida. Es evidente que su influencia en el arte contemporáneo fue sustancial. En 1978, la muerte de Maciunas anunció la declinación de fluxus.
En 1954, impulsada por Jira Yoshihara (1905-1972), se fundó en Osaka, Japón la Gutai Bijutsu Kyokai (Asociación de arte concreto), considerada como el punto de partida del arte japonés posterior a la Segunda Guerra Mundial. Lo acompañaban unos quince artistas, entre ellos Shaza Shimamoto, Chiyu Uemae Tsuruko Yamazaki, Michio Yoshihara, Toshio Yoshida. En enero de 1955 apareció el primer ejemplar de la Revista Gutai, de la cual se publicaron doce números hasta 1965,
El colectivo privilegió en sus comienzos las acciones; Allan Kaprow, en Assemblage, Environment and Happenings, lo presentaba como un movimien¬to pionero del happening. En 1957, Michel Tapié, quizá como estrategia para promover su art autre, en una visita al Japón, incorporó a Gutai en la saga del informalismo internacional.
Todos los miembros participaron en la séptima Exposición de los Indepen¬dientes de Yomiuri, en Tokio, en marzo de 1955, cada uno de ellos con obras firmadas “Gutai”. En octubre del mismo año se presentó en la misma ciudad, en Ohara Kaikan, una muestra del grupo, en la que participaban cuarenta artis¬tas, veintitrés de ellos miembros de la Asociación Gutai: Jira Yoshiwara, Ukita Yozo, Ono Itoko, Kanayama Akira, Shimamoto Shozo, Kazuo Sh1raga y otros.
En esta ocasión se realizaron las acciones pioneras de Saburo Murakami, que anunciaban las futuras presentaciones en las que atravesaba diecisiete pan¬tallas de papel, como manifestación del deseo de romper la superficie del cuadro para entrar en la realidad, por su parte, Shozo Shimamoto construyó un proyectil de óleo de colores dentro de un tubo de acero y lo estalló contra un lienzo. Kazuo Shiraga se suspendió del techo para aplicar la pintura en la tela con sus pies. Fue la expresión inicial de un arte de acción reinterpretado por creadores no norteamericanos ni europeos.
El Manifiesto Gutai fue publicado por Yoshihara en el diario Geijutsu, en diciembre de 1956; en el texto se insiste sobre la deuda del grupo con Georges Mathieu, Jackson Pollock, Antoni Tapies y el informalismo. Después de la muer¬te su fundador, en 1972, el colectivo se disolvió.
ElGrupo ZAJ, que se constituyó en Madrid en 1964, estaba integrado por el canario Juan Hidalgo, el italiano Walter Marchetti y el madrileño Ramón Barce, quien fue reemplazado en 1967 por Esther Ferrer. Tomás Marco y José Luis Fernández de Castillejo estaban cercanos a ZAJ. Se trataba de un colecti¬vo de vanguardia radical y experimental, cuya estética tenía como objetivo el rechazo a la sacralización del objeto artístico y a los circuitos convencionales de difusión de la obra de arte. Buscaban la provocación y la trasgresión.
En su producción recogieron influencias y principios estéticos diversos: Du¬champ, Cage, Satie, el futurismo. Pero es evidente que el grupo ZAJ se originó, en particular, en el precedente de fluxus y de las acciones de Alberto Greco. Los conciertos ZAJ consistían en una sucesión de breves acciones o etcéteras, que no tenían ninguna semejanza con un concierto tradicional, se basaban en ges¬tos, frases escritas, silencios y la exhibición de objetos descontextualizados.
El primer concierto ZAJ, con el título Concierto de teatro musical, se reali¬zó en Madrid el 21 de noviembre de 1964, con la participación de Hidalgo, Marchetti y Barce. La etapa más activa del colectivo perduró hasta 1972.